"Lymelife" viene a dar una nueva vuelta de tuerca al llamado "sueño americano", que en muchas ocasiones (como aquí se muestra) no deja de ser un bonito y dorado papel que envuelve un gran bombón de mierda. Aún siendo más humilde, podríamos considerarla una heredera de "La tormenta de hielo" de Ang Lee, o "American beauty" de Sam Mendes.
En este caso, en la década de los setenta, en Long Island, cuando empiezan a documentarse los primeros casos de la enfermedad de Lyme (que afecta a uno de los personajes de la película), nos vamos a encontrar al hijo pequeño (Rory Culkin) de la familia protagonista, cómo va adentrándose en el mundo de los adultos, con todo lo que ello conlleva, sus alegrías, secretos y miserias, al mismo tiempo que afronta las dificultades propias de la adolescencia.
Aún contando con altibajos, es una película creible, con buenas interpretaciones y algunas escenas potentes como la discusión entre Alec Baldwin y su mujer, Jill Hennessy. Es un placer encontrar pequeñas películas independientes como ésta de vez en cuando entre tanta superproducción repleta de efectos especiales.
Recomendable.
En este caso, en la década de los setenta, en Long Island, cuando empiezan a documentarse los primeros casos de la enfermedad de Lyme (que afecta a uno de los personajes de la película), nos vamos a encontrar al hijo pequeño (Rory Culkin) de la familia protagonista, cómo va adentrándose en el mundo de los adultos, con todo lo que ello conlleva, sus alegrías, secretos y miserias, al mismo tiempo que afronta las dificultades propias de la adolescencia.
Aún contando con altibajos, es una película creible, con buenas interpretaciones y algunas escenas potentes como la discusión entre Alec Baldwin y su mujer, Jill Hennessy. Es un placer encontrar pequeñas películas independientes como ésta de vez en cuando entre tanta superproducción repleta de efectos especiales.
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