Impersonating a world famous orchestra isn't easy unless you have the brass to pull it off.
La película es pura literatura: se sienten las descripciones de los paisajes, de las personas, de la música... Los personajes son entrañables y reales, con una ligera excepción en los judíos y sus excenticidades, pero en general, muy buenos.
Rápida, sutil, delicada, divertida, ágil y sólida. Aunque dure casi dos horas, da pena terminarla, se hace breve y el final es emocionante, te dan ganas de reír y llorar, esta película llega directa al alma, te enseña de música.
Personalmente, no tengo ningún tipo de formación musical, pero viendo esta película, se puede entender que la música (la de verdad), tocar un instrumento, es como hacerse un agujero en el cuerpo para que llegue a todos, para compartirla desde el alma.
Mélanie Laurent, que anteriormente me conquistó por su frialdad y belleza en Inglorious Basterds, vuelve a aparecer aquí, igualmente guapísima, pero cercana y humana, consigue que el espectador sienta lo que ella está sintiendo, una gran actriz.
Una maravilla, sutil y conmovedora. La música de Tchaikovsky al final, no hace más que cerrar con broche de oro esta gran obra.

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