"Contagio", como le llamaron en español, es fría. Sí. Hoy en día se critican a todas las películas comerciales americanas por estar tan evidentemente manufacturadas para provocar determinadas emociones: si es un drama, las lágrimas, aunque éstas sean melodramáticas; si es una comedia, la risa, aunque ésta sea de trazo grueso; si es una cinta de acción, la espectacularidad, aunque sea gratuita.
Por eso la frialdad de "Contagio", más que perjudicarla, le da una personalidad propia. Al fin y al cabo lo que hace Soderbergh es como lo que intentó (y fracasó, para mi gusto), con el díptico sobre el Che, que es una exposición detallada, más que una dramatización, de determinados sucesos, vividos por personas como cualquier ser de a pie, es decir, de esas que no elaboran grandes monólogos ni exhiben su sufrimiento en una gran escena de catársis.
Y es la objetividad, el tono casi documental de "Contagio" lo que le da el realismo, los esparcidos momentos de escalofrío y verdadero pánico con los que la película realmente funciona. Por eso sus estupendos actores nunca están por encima de la historia, ni explotan los rasgos definitorios de sus personajes (Kate Winslet su sacrificio, Jude Law sus principios, Matt Damon su sufrimiento, Marion Cotillard su rigor, Laurence Fishburne su bondad, Gwyneth Paltrow su ingenuidad, Elliott Gould su ambición), pero los apuntan y actúan en consecuencia a ellos, haciendo que la historia progrese de manera tensa, definitiva, coherente y muy entretenida.
Pero sí hay un problema en "Contagio". Ese problema es su falta de un mensaje claro, un mensaje que debe tener cualquier película, documental o video filmado que aspire a contar una historia. Pese a que Soderbergh maneja a la perfección el tono de su propuesta, su estilo visual (esos excelentes planos de detalles de contagios), su lazo entre la excelente música, escenarios y texturas de la imagen; nunca queda demasiado claro lo que pretende decirnos con el filme.
Se apuntan muchas cosas tales como el caos de una civilización, el control de los organismos de la salud, la manipulación de la prensa, la hipocresía dominante en épocas de crisis, pero ninguna se desarrolla lo suficiente como para tener una visión y/o sensación de conjunto de lo que se acaba de ver, más allá de un entretenimiento muy bien filmado y planificado, con un grupo de excelentes actores y con la capacidad de dar una visión objetiva, pero sin foco, de una crisis mundial.

Me gustó la película pero le falto algo. Concuerdo contigo!
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