El tiempo como moneda es una idea que, más o menos, todos hemos tenido en mente alguna vez. El problema es que lo único aceptable de la película es esa idea. El resto es bazofia a granel. Todo lo que ocurre es absurdo (desde la manera de 'pasarse' el tiempo, hasta los pseudo-policías que nadie sabe para qué sirven); los personajes son un manojo de estupidez que se mueven sin motivaciones claras y únicamente porque el guionista así lo quiere; la ridiculez extrema de una secuencia es dejada en ridículo por la de la siguiente secuencia.
Al escribir una película se intenta que los personajes sean quienes guíen la trama, que dichos personajes sean complejos, incluso contradictorios, y que tengan matices, que las situaciones sean verosímiles (siempre dentro del género en el que te mueves), que la trama tenga una dirección clara y concisa... en fin, lo normal. Pero al ver esta obra uno empieza a tener dudas.
Y es que la idea de utilizar el tiempo como moneda de cambio es genial. Da pie a muchas reflexiones y enseguida te planteas qué harías tú en esa situación. También da mucho juego para situaciones chocantes o bromas que salpican de vez en cuando la película. Es más, el paralelismo de ese mundo con el nuestro donde la moneda de cambio es el dinero (que la mayoría ganamos a cambio de ocho horas diarias en el trabajo. Paradójico ¿no?).
Se acabó. Sabía que el resto del filme serían tiroteos, persecuciones, chico y chica, etc, etc. Y por supuesto que es así, pero es que son taaaan malas, las escenas de acción son taaaan pobres, que sigues viendo la película porque te divierte pero de lo mala que es. Le doy un 4 por la idea del filme que, como decía, es lo único rescatable.

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