El danés 'Skyskraber' significa skyscraper y rascacielos, en inglés y español, respectivamente, que es lo que el protagonista de esta película quisiera ver en su olvidado y moribundo pueblo del campo en Dinamarca, donde todos se conocen y éste poblado es controlado por 'El Jefe', que tiene un radiodifusora local que dicta lo que se hace y no.
La historia se centra en Jon, un joven de 17 años que tiene, o eso parece, la edad mental de un niño de 8 años que ha sido la víctima de todos en el pueblo por ser retraído e introvertido, además de ser el hijo del jefe, del que se enamora Edith, una bella joven ciega que está decidida a perder su virginidad para no morir sin haber conocido la sensación de haber hehcco el amor, y lo que les envuelve para llegar a aquella culminación, pues Jon padece de fimosis, condición en la que el prepucio no le permite tener una erección plena sin tener dolor.
El filme tiene una trama que empieza con un ritmo un tanto lento en su desarrollo, pero que te engancha por la enigmática manera de ser de Jon, uno podría pensar que se trata de una historia de bullying, pero es una bella historia de amor que nos hace ver que todo es posible en este bizarro mundo, incluso para una ciega.
Está, también, embelesado este filme por la grandiosa música de Jonas Bjerre, vocalista de Mew, que completa la transmisión de sensaciones que nos hacen empáticos con este muchacho que sólo quiere ser feliz, dentro de su atormentado mundo.
Me parece que nos adentra en un lugar diferente, y aunque no nos va a cambiar la vida, por lo menos tenemos una historia peculiar, que nos brinda la sensación de bienestar y felicidad en cosas insignificantes podemos encontrar.
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